Entrada 2: Mareas de estilo
Cuando el HTML ya se mantiene a flote, llega la hora de vestirlo para la ocasión. El CSS es el uniforme del barco: simple, limpio y sin manchas de grasa digital.
He aprendido que un color bien elegido puede cambiar la travesía. Un gris de fondo, una tipografía sobria, un margen bien medido… Pequeños detalles que hacen que la web navegue sin balanceos incómodos.
CSS: Cascading Style Sheets, o como diría yo, “Cuidado Si Sobrecargas”.